Pepe Malone. El cipote incorrupto de Casanova y otros disparates

De suyo, la vida es demasiado complicada, pero no lo suficiente para Pepe Malone. La hipocresía y la mentira que ordenan nuestra vida no solo no las comprende como lo que son, sino que además constituyen toda su carga ideológica. Como artista y, en su juventud, autor de cómic, Malone está acostumbrado a la falacia y a la trapisonda, pero, dada su desmesurada simpleza, está inclinado a utilizar las más disparatadas y rocambolescas porque son las que proporcionan las mayores emociones, y todo le vale salvo una vida aburrida. El mayor de sus problemas no es que se sumerja en los embrollos que él mismo inventa y provoca, sino que es de ese tipo de personas que atraen toda clase de problemas, sobre todo los ajenos. Pero, ya acostumbrado a ellos, todo lo que no sea el caos le resulta soporífero. A Frank Robbins le llama Johnny Hazard; a Marlowe, Bogart; aún busca el número tres de Raj Cobra; a su padre le dice “tito” y no conoce a los Reyes Magos porque nunca tuvo juguetes. Se cree un tipo duro, como del 6H, que es la mina que utilizaba para, de puro vago, no tener que borrar las páginas. Y se creería inteligente y hasta simpático si no se considerara tan guapo e irresistible. En este recopilatorio encontramos las siguientes historias: Paseos nocturnos, Los 500 pavos, La luna en el callejón, Pijadas a modo de aclaración, El cipote incorrupto de Casanova (que da título al álbum), Las almas y los armarios, Ladrón de almas y Desde el lado correcto del espejo.