Ser fuego de dragón

Las flores negras están a punto de abrirse. Donald debe llegar a Nublada y liberar al dragón. Las criaturas mágicas de Tartamian se unen para defender el Bien.

El mundo observa conmocionado el crecimiento del árbol de las flores negras. En las ramas, que alcanzan ya las nubes, se aprecian oscuros bultos palpitantes. Forbbings ya no está habitada solamente por el silencio; gemidos, alaridos y gruñidos acechan en cada esquina. El Mal tiene cada vez más cerca la victoria.

Nuestros protagonistas tomaran senderos distintos a partir de ahora. Por un lado, Ronald decide prepararse para la batalla y entrenar con el ejército de Edward bajo la tutela del general Dusk. Donald, junto a Haigol, llega a la Isla Nublada donde le aguarda el dragón azul pero se encontrará con algo inesperado.

Las criaturas mágicas de Tartamian salen de sus cuevas, madrigueras y bosques; han oído la voz de alarma. Si no unen fuerzas con los magos, no habrá futuro para nadie. La única forma de derrotar al Mal será hacerse con fuego de dragón.